El cambio climático afecta a todo el planeta y esto lleva implícito que afecte a sus habitantes, y esto se distribuye de forma general, por lo tanto las personas más vulnerables ya sean en términos, económicos, políticos, sociales... por desgracia las mujeres entre otros colectivos, sufrimos de primera mano estas consecuencias.
Desde mi punto de vista, las mujeres debemos luchar unidas para romper ese techo de cristal, y cambiar el sistema patriarcal que tenemos, es destacable que en el medio rural son las mujeres quienes producen el 60% de la comida del hogar, pero sin embargo raramente la mujer es propietaria de la tierra, según Oxfam en las zonas subsaharianas las mujeres representan un 75% de la fuerza de trabajo, pero solo poseen un 1% de las tierras.
Por otro lado y por poner otro ejemplo la recogida de biomasa, la llevan a cabo sobre todo mujeres, niños y niñas, estas le dedican entre 2 y más de 20 horas semanales a la recogida de madera y casi el doble para cocinar con hornos que apenas funcionan, como resultado de esto, las niñas y los niños que trabajan en esto, apenas tienen tiempo para estudiar, jugar o simplemente descansar, un dato relevante es que según la UNESCO las dos terceras partes de las personas que no van a la escuela son niñas y una de cada cuatro mujeres jóvenes en países subdesarrollados no han completado la primaria.
Como conclusión, me gustaría decir que debería haber una presencia mucho mayor de mujeres entre las personas que dibujan las estrategias climáticas y energéticas a nivel mundial, y sobre todo que debemos acentuar la perspectiva de género en la lucha contra el cambio climático, de modo que todos y todas contribuyamos por igual a mejorar y implementar nuevas propuestas que fomenten la igualdad de género y el desarrollo sostenible.
Por: Libia Estévez Agulla.
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